En 1979 Leoncio Ramírez, mi padre, era un joven de (26) años muy luchador, con muchas ilusiones y por su puesto soñaba formar una familia feliz, sueño que compartía con su esposa Isaura Vásquez, mi madre, una señorita de (19) años, quien con sus pocos años y su poca experiencia de vida, ya veía llegar a su primer hijo, a quien con poca imaginación y con mucho amor decidió ponerle el nombre de su padre, así que lo llamo Leoncio y por cariño me llamaban Leito.
Ellos (mis padres) provenían de familias numerosas, razón por la que solo podían pensar en darme lo mejor para mi su querido hijo y mis hermanos que fueron llegando después, lamentablemente la vida en complicada y no siempre se tiene lo que se quiere…
Yo tenia casi tenia 6 años y tres hermanos menores cuando mi padre falleció; esto, a juzgar por la inexperiencia de su madre solo podía significar una cosa, dificultades, y así fue, claro esta… Realidad que me enseño entre tantas cosas que existen muchas maneras de enfrentar la vida, y me hizo saber que a la vida no se le puede pintar de un solo color y que es mas interesante cuando esta matizada…
Y tal vez a falta de libros tuve vivencias, descubrí los libros hace poco, los manuales de instrucción son unos de mis favoritos, así que, si de niño tuve muchos amigos imaginarios, creo que ahora tengo muchos maestros virtuales.
La tecnología avanza y a grandes pasos, así que viviendo “macondo” se puede tener un lindo paisaje claro esta pero no siempre todos los recursos para crecer, en este sentido se debe sacar el máximo de provecho a lo que hoy mas que nunca nos conecta al resto del mundo…
En este lado del mundo la gente tiene sus costumbres muy marcadas, que a pesar de la globalización aun sobreviven, así por ejemplo todos aquí sabemos lo que es una Restinga, una especia de refugio o tierra segura para cuando los ríos inundan la selva, quizás un día yo fui una de los que buscando refugio en momentos difíciles llegue a lo que algunos conocemos en como la casa de corazón berraco, un día también fue llamada la casa de “Puchin”
Aquí, a mi parecer, era uno de esos lugares donde yo podía sentir que la imaginación solo tiene un limite, ELCIELO… así que entre tantas cosas que intente en la vida, entre al taller de video de la asociación la Restinga ahí hice mi primera realización “No son Pirañas” (agosto 2005) donde con mucho esmero trate de mostrar que en la calle hay cosas que realmente se merecen una cuidadosa reflexión.
Luego y con muchas ganas, mucho sueños y muchas mas cosas que aprender, decidí seguir formando parte de un grupo de gente que día a día en la Restinga se dedica a pensar un poquito en atender las necesidades del “otro”, de los que necesitan y quieren ayuda, espacialmente de los mas jóvenes.
Entonces se empezó a conocerme como el Lheito, creo que por una simple valoración propia aprendida en la infancia y que aun mantengo.
Aquí a demás tuve la oportunidad de probarme como director de TV, en la realización del Programa llamado Somos Ahora realizado para la televisión local, (Abril 2006—Diciembre 2007), como educador en la realización de talleres de video, director y guionista en el documental “Trabajando por mis Derechos” (febrero 2007), como actor y director “Alejandro 0+”, y como editor en cuanta realización audiovisual se logro en la Restinga… siendo en la mayoría de los casos el responsable de las peculiaridades de cada producción, sin desminuir el crédito que cada uno de los participantes del taller y de la asociación la Restinga, en especial de Luis Gonzalez-Polar, cariñosamente llamado “PUCHIN”
A quien justamente muchos consideramos “papá” en la Restinga